¿Las aftas bucales empeoran con el tabaco?
¿El tabaco empeora las aftas bucales?
La palabra afta procede del término griego aphtay y significa quemadura. Es una lesión vesiculosa con fondo eritematoso, elevada y localizada en el epitelio. Las aftas pueden aparecer en la mucosa oral, en la lengua, en la cara interna de las mejillas y labios y en los frenillos.
Las aftas son más prevalentes en las mujeres que en los hombres debido a causas hormonales, pero ¿por qué aparecen?
La etiología aún sigue siendo desconocida y controvertida. Hay consenso en que se le atribuye una causa multifactorial. Por un lado, una posible base genética e historia familiar y, por otro, unos factores predisponentes como el trauma, el estrés, la actuación de virus o bacterias, deficiencias vitamínicas, factores inmunológicos, determinados alimentos, desequilibrio hormonal y tabaco.
Hay personas más propensas a sufrir aftas, por ejemplo, por alguna patología: Pacientes inmunodeprimidos, con alta tensión emocional, con déficits de vitamina B12 y hierro, con enfermedades sistémicas (tales como la celiaquía, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y el sida). También tienen cierto componente de heredabilidad comprobado los pacientes con historiales familiares. Es decir, existe cierta predisposición genética.
Antiguamente, se utilizaba el alcohol para tratar las aftas. En la actualidad, está totalmente desaconsejado ya que, al aplicarlo, se quema la lesión, dejando de doler porque destruyen las terminaciones nerviosas y el resto de tejido, pero aumenta el riesgo de sobreinfección.
Sobre si el tabaco influye en la aparición de aftas o las empeora, hay controversia entre autores: algunos defienden que el tabaco puede ser factor predisponente de aftas y otros, que la incidencia de aftas es menor en fumadores debido a la hiperqueratinización que produce el tabaco. Aun así, no es justificación para no dejar de fumar. El tabaco tiene consecuencias nocivas muy importantes sobre la salud oral.
«No son contagiosas y no están producidas por el herpes simple, como muchos piensan.»
¿Existe tratamiento para las aftas?
Las pautas que se recomienden deben hacerse de forma individualizada para cada uno de los pacientes con el objetivo de acortar el proceso, evitar recidivas y disminuir los síntomas y tamaño de las úlceras durante el brote.
Respecto al tiempo de curación, es muy variable, y depende de la etiología y del tamaño de la úlcera. El dolor, por lo general, disminuye entre los 7 y 10 días. No obstante, pueden pasar hasta tres semanas en cicatrizar por completo, incluso más tiempo en aftas de gran tamaño.
El 30% de la población presenta aftas recurrentes a lo largo de su vida. Existen factores como el estrés, el trauma o la dieta que pueden predisponer a la aparición de aftas. Nuestro papel fundamental es identificar dichos factores predisponentes y tratar de eliminarlos, además de informar correctamente al paciente de su condición especialmente haciendo hincapié en el hecho de que no es contagioso. Para prescribir una terapia debemos conocer la causa. Se valorará la necesidad de tratamiento si el afta persiste más de dos semanas.