Información
La toxina botulínica, conocida popularmente como “Botox” por la primera marca que la comercializó, es una sustancia que paraliza o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica.
De esta forma, se consigue relajar, durante algunos meses, los músculos faciales, previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes, hasta ser casi inapreciables.
La toxina botulínica aplicada por manos expertas consigue dotar al rostro de un aspecto revitalizado y sin arrugas, con resultados 100 % naturales. También ayuda a corregir asimetrías.
¿En qué casos se realiza?
Arrugas dinámicas o de expresión
Se aplica principalmente en la mitad superior del rostro, pero según el análisis clínico, puede utilizarse en todo el rostro.
Las zonas más habituales son: el entrecejo, las patas de gallo, la frente
En algunos pacientes, la toxina botulínica también puede utilizarse para tratar patologías palpebrales, como el blefarospasmo o ciertos tipos de ptosis .
Tratar las arrugas antes de que aparezcan
La toxina botulínica es un tratamiento cada vez más utilizado para prevenir la formación de arrugas, ya que, al relajar el movimiento de los músculos retrasa su aparición.
Este tratamiento precoz, consiste en aplicar toxina botulínica en pequeñas dosis, lo que también ayuda a mantener la piel uniforme, manteniendo una expresión natural y revitalizada.
Tras el tratamiento
Los resultados definitivos se aprecian pasados 4 días y tienen una duración de entre 4 y 6 meses, según el paciente. Asimismo, en muy pocos casos, el paciente experimenta complicaciones, siendo estas muy infrecuentes, como dolor de cabeza, hematomas o inflamación de las zonas en las que se aplica el tratamiento.
Sonrisa gingival
¿Qué es la sonrisa gingival?
Como ya hemos avanzado, por sonrisa gingival entendemos una sonrisa en la que, al sonreír, se expone una cantidad desproporcionada de encía. Una vez dicho esto, se debe señalar que el concepto de sonrisa gingival es diferente en cada persona, ya que los gustos y la percepción varían de una a otra.
Los tratamientos para corregir la sonrisa gingival son: cirugía ortognática, gingivectomía, ortodoncia e infiltraciones de botox.
Causas y tratamiento
Las principales causas de la sonrisa gingival son:
- Maxilar largo: se da cuando se produce un sobrecrecimiento en sentido vertical del maxilar superior.
El tratamiento es quirúrgico, conocido como cirugía ortognática.
- Erupción pasiva alterada: La erupción pasiva alterada hace que mostremos un diente excesivamente corto, ya que durante su erupción se ha producido una anomalía y la encía no se ha retraído lo suficiente.
De esta manera, dicha encía tapa una parte de la pieza dental que debería estar descubierta.
Tratamiento: En estos casos, llevamos a cabo una gingivectomía.
Este procedimiento consiste en contornear la forma de la encía para, de esta manera, descubrir la parte del diente que debería ser visible.
- Posición dentaria baja: Una posición dentaria baja se produce por la sobreerupción de los incisivos superiores, que no encuentran el contacto con los inferiores.
Para corregirlo se realiza tratamiento de ortodoncia.
- Labio superior corto o con mucha movilidad: En los casos en los que la sonrisa gingival se debe a un labio superior corto o con mucha movilidad, es necesario alterar la acción de los músculosde dicho labio.
Para ello, es posible realizar infiltraciones de botox terapéutico, que lo que hacen es evitar que el músculo ejerza demasiada fuerza.
De esta manera, el labio no se elevará tanto cuando el paciente se ría.
Hiperhidrosis
La hiperhidrosis es la sudoración anormal y excesiva que no necesariamente está relacionada con el calor o el ejercicio. Puedes sudar tanto que se te empapa la ropa o gotea por tus manos
La mayoría de las personas sudan cuando realizan ejercicios o se esfuerzan, cuando se encuentran en un ambiente caluroso, o cuando están ansiosas o en situaciones de estrés. La sudoración excesiva que se experimenta con la hiperhidrosis supera ampliamente la sudoración normal que normalmente afecta manos, pies, axilas o cara
El tipo más frecuente de hiperhidrosis se denomina «hiperhidrosis focal primaria» (esencial). En este tipo de hiperhidrosis, los nervios responsables de enviar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos, a pesar de no haber sido desencadenados por la actividad física ni el aumento de la temperatura. Al estar estresado o nervioso, el problema empeora aún más. Este tipo afecta generalmente las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, el rostro.
El tratamiento con toxina botulínica (Bótox, otros) bloquea temporalmente los nervios que causan sudoración. Primero se enfriará o anestesiará la piel. Se necesitarán varias inyecciones para cada zona del cuerpo afectada. El efecto dura hasta 12 meses y, luego, se debe repetir el tratamiento.
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