Diabetes y cuidado dental: Guía para tener una boca sana

¿Qué tienen que ver el cepillado de dientes y el uso de hilo dental con la diabetes?

Cuando tienes diabetes, el nivel elevado de azúcar en sangre puede afectar todo el organismo, incluso los dientes y las encías. ¿Cuál es la buena noticia? La prevención está en tus manos. Conoce a lo que te enfrentas y, luego, toma las riendas de tu salud bucal.

Caries, enfermedades de las encías y otros problemas

Ya sea que tengas diabetes de tipo 1 o tipo 2, controlar tu nivel de azúcar en sangre es fundamental. Mientras más alto sea el nivel de azúcar en sangre, mayor será el riesgo de:

  • Caries. La boca contiene muchos tipos de bacterias de forma natural. Cuando los almidones y azúcares de los alimentos y bebidas interactúan con estas bacterias, en los dientes se forma una película pegajosa conocida como placa. Los ácidos de la placa atacan las superficies de los dientes (esmalte y dentina). Esto puede causar caries y enfermedades de las encías.Mientras más alto sea el nivel de azúcar en sangre, mayor será el suministro de azúcares y almidones, y mayor la cantidad de ácidos que desgastarán tus dientes.
  • Enfermedad temprana de las encías (gingivitis). La diabetes reduce tu capacidad para combatir las bacterias. Si no quitas la placa con un cepillado regular y el hilo dental, se endurecerá debajo de la línea de las encías y se convertirá en una sustancia llamada sarro (cálculo dental).Cuanto más tiempo permanezcan la placa y el sarro en los dientes, más irritarán la parte de las encías alrededor de la base de los dientes. Con el tiempo, las encías pueden hincharse y sangrar con facilidad. Esto se llama gingivitis.
  • Enfermedad avanzada de las encías (periodontitis). Si no se trata, la gingivitis puede generar una infección más grave llamada periodontitis, que destruye el tejido blando y el hueso que sostiene los dientes. Con el tiempo, la periodontitis hace que las encías y la mandíbula se separen de los dientes, lo que a su vez hace que los dientes se aflojen y posiblemente se caigan.La periodontitis tiende a ser más grave en las personas que tienen diabetes, ya que la diabetes disminuye la resistencia a las infecciones y retrasa la curación. Una infección como la periodontitis también puede hacer que el nivel de azúcar en sangre se eleve, lo que a su vez hace que la diabetes sea más difícil de controlar. Prevenir y tratar la periodontitis con limpiezas dentales regulares puede ayudar a mejorar el control del azúcar en la sangre.
  • Aftas (candidiasis oral). Las personas con diabetes pueden ser más propensas a desarrollar candidiasis oral, que es una infección micótica causada por la levadura Candida albicans. Los signos de candidiasis oral incluyen parches blancos o rojos dolorosos dentro de la boca. Practicar una buena higiene bucal puede ayudarte a evitar la candidiasis oral.
  • Sequedad de boca (xerostomía). Algunas personas con diabetes también experimentan una falta de saliva, trastorno que se conoce como «sequedad de boca». Sin saliva para mantener la boca húmeda y bañar los dientes, existe un mayor riesgo de que se produzcan caries, enfermedades de las encías y candidiasis oral.

¿Cuál es el cuidado dental adecuado?

Para ayudar a prevenir el daño en los dientes y las encías, toma el cuidado dental y de la diabetes con seriedad:

  • Comprométete a controlar tu diabetes. Controla tu nivel de azúcar en la sangre y sigue las indicaciones de tu médico para mantener tu nivel de azúcar en sangre dentro del rango objetivo. Cuanto mejor controles los niveles de azúcar en la sangre, menor será la probabilidad de que desarrolles gingivitis y otros problemas dentales.
  • Cepíllate los dientes al menos dos veces por día. Cepíllate por la mañana, por la noche e, idealmente, después de las comidas y los refrigerios. Utiliza un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Evita cepillar con fuerza o demasiada energía, ya que esto puede irritar tus encías.

    Considera el uso de un cepillo de dientes eléctrico, especialmente si tienes artritis u otros problemas que puedan dificultar un buen cepillado. Compra un cepillo nuevo como mínimo cada tres meses.

  • Usa hilo dental por lo menos una vez al día. Usar hilo dental ayuda a remover la placa entre los dientes y debajo de la línea de la encía. Si tienes problemas para pasarte el hilo dental por los dientes, usa la variedad encerada. Si te resulta difícil manipular el hilo dental, usa un soporte para hilo dental.
  • Programa visitas regulares al dentista. Visita a tu dentista por lo menos dos veces al año para hacerte limpiezas profesionales, radiografías y chequeos.
  • Asegúrate de que tu dentista sepa que tienes diabetes. Cada vez que lo visites, recuérdale que tienes diabetes. Asegúrate de que tu dentista tenga la información de contacto del médico que te ayuda a controlar la diabetes.
  • Mírate las encías para detectar signos tempranos de enfermedades de las encías. Informa a tu dentista cualquier signo de enfermedades de las encías, incluido el enrojecimiento, la inflamación y el sangrado de las encías. También menciona cualquier otro signo o síntoma, como boca seca, dientes flojos o dolor en la boca.
  • No fumes. Fumar aumenta el riesgo de que se presenten complicaciones serias de la diabetes, incluyendo la enfermedad de las encías y, en última instancia, la pérdida de los dientes. Si fumas, pídele consejo a tu médico para que te ayude a dejar de fumar.

El control de la diabetes es un compromiso de por vida, y eso incluye un adecuado cuidado dental. Tus esfuerzos se verán recompensados con dientes y encías saludables de por vida.